A la hora de realizar un diagnóstico acertado en estas lides, son varios los factores a tener en cuenta. El primero de ellos, la observación exhaustiva del cuero cabelludo, en el cual en este caso es fácil se muestre una placa amarillenta debido a un exceso en la secrección sebácea. En esta placa es normal que los bordes estén muy delimitados, aunque si presentan un enrojecimiento con pruito y picor excesivos, es más factible que estemos ante un caso de dermatitis. Resulta conveniente para el caso el uso de aparatología como la luz de wood, que en base al diferente radio de colores que muestre en su refracción ayuda a diagnosticar diferentes tipos de anomalías.
Las causas de este proceso que comentamos pueden ser variadas, entre ellas se encuentran alteraciones en el sistema nervioso, alteraciones hormonales, desórdenes alimenticios y, como no, la susodicha presencia anómala de pityrosporum.
Este sería un ejemplo adecuado de lo que podría ser un tratamiento capilar destinado a este tipo de alteración:
Lavar mínimo tres veces semanales el cabello con un champú anticaspa, alternando con el uso de ampollas astringentes como complemento.
Aplicar sobre el cuero cabelludo una mascarilla capilar con sustancias antifúngicas como si de un tinte se tratase. Dejar actuar 20 minutos y aclarar. realizar esta operación una vez por semana.
Aplicar un producto queratolítico, ideal en forma de loción, mínimo tres veces semanales durante 90 días consecutivos.
Utilizar una mascarilla hidratante para cuero cabelludo en caso de extrema desecación.
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